CHIVAS. Uno no es más que todos.

Chivas: la película no es un poema a la pasión inexplicable que representa el Club Guadalajara en México, es una memoria que expone y antepone la importancia del trabajo en equipo.

Dejando de lado la afición y los colores de quienes nos apasiona este deporte, siempre es bienvenido un proyecto de este tipo, pues en la historia del cine hay infinidad de películas sobre el tema que demuestran las proezas y desencantos de sus protagonistas. El cine deportivo es quizá uno de los pocos géneros que, ficcionado o documentado puede acercar o unificar al público no cinéfilo. En México y con Chivas, este objetivo se torna difícil pensando en que el futbol soccer mueve dignidades, egos y fanatismo; hablemos entonces de la historia de casi puros mexicanos.

El equipo de futbol más querido de México en el peor momento de su historia. Con la llegada de un nuevo entrenador y la amenaza del descenso a cuestas, el grupo demuestra que con perseverancia y confianza se puede vencer cualquier obstáculo.

Chivas es un equipo que representa a más de 40 millones de aficionados en el mundo, y que en 2017 salió de zona de descenso para levantar los trofeos de copa y liga en el mismo semestre. Dirigidos, entrenados y humanizados por un argentino, el plantel de puro mexicano (por cuestiones de ética y tradición Chivas no permite extranjeros en el campo) nos es presentado de manera sencilla y real en el camino para la obtención de dichos logros.

Localizamos los rostros de las figuras y conocemos sus historias, anécdotas de cómo iniciaron su camino en el balompié hasta su día a día, cuando “checan” su entrada al trabajo con huella digital, la música que escuchan, las bromas en el vestidor y la familia, las risas y los enojos. Entonces reconocemos al humano detrás de cada uno.

Uno no es más que todos, comenta el delantero Alan Pulido, priorizando la facultad del equipo para trabajar como tal bajo las riendas de un gran líder. La hermandad y la ilusión se conjugan al interior del plantel, virtudes que se fortalecen en cada derrota y cada lesión y que no se olvidan al salir campeón.

El futbol parecer ser un mero pretexto para hablar de compañerismo, de compromiso y amor por lo que uno hace, topes preventivos en la sociedad mexicana siempre “panfletera”.

Pero a diferencia del equipo de Mati, el “Pelado” o “pastor”, como quieran honrarlo, el documental como producto carece de emotividad, obligación indiscutible para un documento audiovisual sobre el equipo de futbol que representa la pasión de toda una nación. Si bien su construcción es pulcra, también es básica y recurre a los clichés del montaje como el silencio y la cámara lenta para intentar explotar los momentos de júbilo sin lograrlo. La narrativa convencional se vuelve cansada y aburrida antes de que termine el primer tiempo, pues los arcos dramáticos naturales no están bien aprovechados para culminar eufóricos cuando se gane el campeonato; como debiese.

Resaltan algunas secuencias muy bien logradas con recursos gráficos devenidos de las redes sociales y el boom que estalla en el gremio la llegada de un jugador estrella a un equipo importante, el ritmo agitado y acelerado de los momentos en el gimnasio muy bien acompañado por el diseño sonoro y lo que se construye con naturalidad desde las entrañas del redil, con las ocurrencias de Orbe o el mismo Almeida.

La cualidad más importante de Chivas, la película es retratar a los futbolistas como personas que ejercen un oficio; que con esfuerzo y trabajo se vuelve exitoso.

No es la primera vez que el Guadalajara esta inmerso en temas cinematográficos. Hace algunos años Oswaldo Sánchez y Luis Michel arqueros de Chivas en ese entonces, cometieron la pifia de “actuar” en una película de terror de bajísimo presupuesto llamada “La hacienda del terror”, en donde además se les sumo Chuy Corona para hacerlo más risible. Ahora Amaury, hijo de Jorge Vergara el dueño del club, y quien tiene formación audiovisual funge como productor de Chivas: la película sin olvidar que su padre fue productor de “Y tu mamá también” del mismísimo Alfonso Cuarón.

Difícilmente Chivas será recordada como una gran película, aunque tiene asegurado su lugar como un excelente registro audiovisual de uno de los momentos más importantes en la historia del club, del folclor y el amor que emana de quienes en las gradas o desde las barras nos enfundamos en la playera, de quienes lloramos y cantamos abrazados de otros chiva-brothers en el zócalo de nuestro Estado ondenado las banderas y los trapos. Se volverá infaltable en las aulas para impulsar el desarrollo integral y formal de jóvenes exitosos en cualquier disciplina, pero sobre todo quedará en la memoria de quienes dudan de la grandeza de un mexicano. ¡Arriba las Chivas!

Por Carlos Rodríguez.

CHIVAS / Dir. Iván López Barba, Rubén R. Bañuelos / México 2018 / 111 min.